La palabra “pooja o puja” es de origen sánscrito y significa veneración devocional, ofrenda, triunfo o adoración. En la tradición hindú la pooja es una ceremonia de reverencia y homenaje, es el dar y recibir desde el centro corazón, es un ritual de conexión entre nuestro interior y los elementos de la naturaleza de la cual formamos parte.
Durante la pooja los elementos son simbolizados con el agua, el incienso, la luz, las flores, la miel, el yogurt; todo ello se ofrece y al final –una vez puesta nuestra mejor intención y agradecimiento- vuelve a cada persona en lo que se llama “prasad”, para recibir prosperidad, abundancia, bienaventuranza y protección.
Las imágenes de aspectos de la divinidad de la tradición hindú y budista representan cualidades que todos los seres humanos tenemos. En la India se han transmitido rituales que honran lo que somos como parte de un todo. La pooja y los mantras nos conectan con la fuerza transformadora que nos lleva hacia el equilibrio y la paz interior.
