Creemos que los pueblos originarios son los guardianes del legado de la conciencia de la tierra, en nuestra identidad somos hijos de la tierra. Por ello organizamos y participamos de numerosos encuentros y eventos internacionales conectando con la sabiduría ancestral de los pueblos originarios.
Asimismo los ciclos solares tienen un gran significado especial. El proceso solar refleja la ascensión desde lo material hacia lo espiritual, la consecuencia de estar en armonía con los ciclos de la naturaleza tiene como consecuencia nuestra propia armonía interior.
Desde tiempos antiguos, en todas las culturas del mundo se han celebrado los equinoccios como un portal hacia la luz del espíritu. El sol nos ilumina con más fuerza representando la luz, la conciencia y la capacidad creadora que nos conduce a un nuevo nivel evolutivo.
Asimismo promovemos conectar con los sitios sagrados de la tierra. El planeta es un organismo vivo que sigue su propio proceso evolutivo y energético. Las culturas ancestrales lo reconocían como tal, por eso honraban, cuidaban y celebraban la naturaleza. La madre tierra posee portales energéticos que facilitan la expansión de la conciencia, la sanación y la conexión con lo divino. Sus pobladores nativos han construido templos y centros espirituales, consagrando su función esencial en la evolución ser humano.